viernes, 29 de julio de 2016

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La guerra de los yacarés
En un río muy grande, en un país desierto donde nunca había estado el hombre, vivían muchos yacarés. Eran más de cien o más de mil. Comían _______________________________ (1) , pero sobre todo peces. Dormían la siesta____________________________ (2), y a veces jugaban ______________________________(3) cuando había noches de luna.
Todos vivían ______________________ (4). Pero____________ (5), mientras dormían la siesta, ________________________ (6) se despertó de golpe y levantó la cabeza porque creía haber sentido ruido. 
Prestó oídos, y lejos, muy lejos, oyó efectivamente un ruido sordo y profundo. Entonces llamó al yacaré que dormía a su lado.
—¡Despiértate! —le dijo—. Hay peligro.
—¿Qué cosa? —respondió el otro, _________________________ (7).
—No sé —contestó el yacaré que se había despertado primero—. Siento un ruido desconocido.

El segundo yacaré oyó el ruido a su vez, y en un momento despertaron a los otros. Todos se asustaron y corrían de un lado para otro con la cola levantada.
 

Y no era para menos su inquietud, porque el ruido crecía, crecía. Pronto vieron como una nubecita de humo a lo lejos, y oyeron un ruido de chas-chas en el río como si golpearan el agua muy lejos.

Los yacarés se miraban unos a otros: ¿qué podía ser aquello?
(Horacio Quiroga. “Cuentos de la selva”, 1918)
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A este fragmento de Adela Basch le desaparecieron los puntos, las mayúsculas, y nueve tildes. Colócalos en su lugar correspondiente. Luego, cópialo en tu cuaderno dejando renglón por medio.
la noche era apacible y hermosa a mi alrededor todo era quietud y en el aire flotaba algo extraño y fascinante el cielo estaba totalmente despejado y me parecio un oceano lleno de misterio
de pronto, sin saber por que, me dieron unas ganas barbaras de mirar la luna la busque y la busque con la mirada, y no se la veia por ningún lado me puse un par de anteojos, y no la encontraba me los saque, los limpie cuidadosamente, me los volví a poner… pero no aparecía
(“Mirar la luna”)